La planta artificial y su costo
Para muchos tener una planta artificial decorando algún espacio dentro de su hogar u oficina puede resultar la opción más cómoda. La falta de disposición para darle cuidados, la inexperiencia y las condiciones del lugar suelen ser las razones principales. Son plantas cuyo costo dependerá de cuan reales luzcan, los materiales usados para su construcción y su tamaño. La inversión de una planta de este tipo puede sobrepasar por mucho el precio de la misma planta real puesto que se trata de un objeto manufacturado que conlleva un proceso creativo y otro de producción. Pero no debemos olvidar una parte muy importante, las consecuencias ambientales que tiene todo este proceso, incluyendo lo que pasará una vez la desechemos porque se rompió, ya pasó de moda o simplemente se ha deteriorado.
Una planta real es mucho más que un elemento decorativo
Cuando adquirimos una planta verdadera debemos hacernos concientes de que se trata de un organismo cuya vida dependerá de nuestras atenciones y cuidados. Es por eso que hacer una compra inteligente va de la mano con cuánta información tengamos disponible. Para cada condición de luz y espacio hay una planta, así como para cada persona y estilo de vida. El problema viene cuando nos hacemos de una planta que no es compatible con alguno de estos factores que les acabo de mencionar.
¿Qué nos ofrece una planta real vs. una planta artificial?
De seguro ya han escuchado innumerables veces la manera como las plantas reducen contaminantes y purifican el ambiente dentro del hogar. Pues bien, esto no lo hacen las plantas artificiales. Hasta esa parte que a todos nos cuesta, la de regar, abonar y cuidar, pasa a ser un punto importante en la relación que establecemos con nuestras plantas reales. Jamás tendrán la misma interacción con una planta artificial a la que sólo deberán quitar el polvo de vez en cuando y por supuesto, nada de hablarles como lo hago con mis plantas, a las que imagino apreciando mis cuidados y palabras cariñosas.
Reconocernos como responsables de la salud y belleza de una planta que lleva a cabo uno de los procesos de vida más hermosos, la fotosíntesis, así como observar con detenimiento cada brote, una nueva hoja o flor, forman parte de las experiencias que valoramos. Además, la capacidad que tienen las plantas de reproducirse nos facilita su propagación y la posibilidad de poder disfrutar de su belleza en otros espacios. Por último, pero no menos relevante, cuando nuestra planta muere, el orden maravilloso de la naturaleza la convertirá en materia biodegradable, cosa que el Planeta nos agradecerá.
Para finalizar, les dejo con esta interesante propuesta de Alison Birrane para la BBC que complementa este tema y abunda de manera mucho más profunda sobre los beneficios de tener una planta en la oficina o área de trabajo: "Los beneficios ocultos de poner una planta sobre tu escritorio"
Para muchos tener una planta artificial decorando algún espacio dentro de su hogar u oficina puede resultar la opción más cómoda. La falta de disposición para darle cuidados, la inexperiencia y las condiciones del lugar suelen ser las razones principales. Son plantas cuyo costo dependerá de cuan reales luzcan, los materiales usados para su construcción y su tamaño. La inversión de una planta de este tipo puede sobrepasar por mucho el precio de la misma planta real puesto que se trata de un objeto manufacturado que conlleva un proceso creativo y otro de producción. Pero no debemos olvidar una parte muy importante, las consecuencias ambientales que tiene todo este proceso, incluyendo lo que pasará una vez la desechemos porque se rompió, ya pasó de moda o simplemente se ha deteriorado.
Los Pothos son plantas perfectas para interiores, añadiendo su particular belleza a la vez que purifican el aire. |
Una planta real es mucho más que un elemento decorativo
Cuando adquirimos una planta verdadera debemos hacernos concientes de que se trata de un organismo cuya vida dependerá de nuestras atenciones y cuidados. Es por eso que hacer una compra inteligente va de la mano con cuánta información tengamos disponible. Para cada condición de luz y espacio hay una planta, así como para cada persona y estilo de vida. El problema viene cuando nos hacemos de una planta que no es compatible con alguno de estos factores que les acabo de mencionar.
¿Qué nos ofrece una planta real vs. una planta artificial?
De seguro ya han escuchado innumerables veces la manera como las plantas reducen contaminantes y purifican el ambiente dentro del hogar. Pues bien, esto no lo hacen las plantas artificiales. Hasta esa parte que a todos nos cuesta, la de regar, abonar y cuidar, pasa a ser un punto importante en la relación que establecemos con nuestras plantas reales. Jamás tendrán la misma interacción con una planta artificial a la que sólo deberán quitar el polvo de vez en cuando y por supuesto, nada de hablarles como lo hago con mis plantas, a las que imagino apreciando mis cuidados y palabras cariñosas.
Reconocernos como responsables de la salud y belleza de una planta que lleva a cabo uno de los procesos de vida más hermosos, la fotosíntesis, así como observar con detenimiento cada brote, una nueva hoja o flor, forman parte de las experiencias que valoramos. Además, la capacidad que tienen las plantas de reproducirse nos facilita su propagación y la posibilidad de poder disfrutar de su belleza en otros espacios. Por último, pero no menos relevante, cuando nuestra planta muere, el orden maravilloso de la naturaleza la convertirá en materia biodegradable, cosa que el Planeta nos agradecerá.
Para finalizar, les dejo con esta interesante propuesta de Alison Birrane para la BBC que complementa este tema y abunda de manera mucho más profunda sobre los beneficios de tener una planta en la oficina o área de trabajo: "Los beneficios ocultos de poner una planta sobre tu escritorio"
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