Vida Verde vio la luz el 22 de mayo del año en curso, como respuesta a una inquietud y una necesidad de esta servidora. Desde hacía algún tiempo trabajaba con plantas como propuesta de negocio pero la preocupación de como conciliar mis creaciones con mis valores no dejaba de machacar en mi conciencia. Muchas de las cosas que hacía no resultaron ser amigables con el planeta en la medida que generaban más contaminación, un problema que definitivamente no ayudaba en nada a mantener esa visión ecológica que para mi es tan importante.
Tomando en consideración que una gran mayoría de las actividades realizadas dentro del campo de la jardinería generan residuos derivados del petróleo, tales como bandejas y tiestos hechos de plástico, decidí enfocarme en este aspecto como punto de partida. ¿Qué hacer con los tiestos donde regularmente vienen las plantas que compraba? Era la pregunta obligada, y puesto que no soy dueña de un vivero dedicado a la reproducción, manejar este aspecto se volvió casi un reto. Decidí por lo tanto transportar mis nuevas compras, sin tiestos, en cajas de cartón que la mayoría de las veces me las suplen los mismos viveros. Tiestos dejados, tiestos que serán reutilizados (eso espero) para la siembra de nuevas plantas.
¿Dónde siembro mis plantas? En casi cualquier cosa, desde una tetera hasta una lámpara de cristal. Objetos de segunda mano comprados en pulgueros o tiendas de antiguedades. Vasos, tazas, copas, peceras, cosas que una vez fueron compradas y desechadas para volver a comprar vasos, tazas, copas...
Reconozco que esto es el comienzo y de seguro durante el camino seguiré implementando otras prácticas dirigidas al mismo principio. Mientras eso sucede, iremos conociendo sobre el maravilloso mundo de las plantas y las mil y una formas en las que nos ayudan a ser humanos más felices.
Para terminar les dejo con la primera foto que compartí en la cuenta de Instagram de Vida Verde, qué la disfruten.
Tomando en consideración que una gran mayoría de las actividades realizadas dentro del campo de la jardinería generan residuos derivados del petróleo, tales como bandejas y tiestos hechos de plástico, decidí enfocarme en este aspecto como punto de partida. ¿Qué hacer con los tiestos donde regularmente vienen las plantas que compraba? Era la pregunta obligada, y puesto que no soy dueña de un vivero dedicado a la reproducción, manejar este aspecto se volvió casi un reto. Decidí por lo tanto transportar mis nuevas compras, sin tiestos, en cajas de cartón que la mayoría de las veces me las suplen los mismos viveros. Tiestos dejados, tiestos que serán reutilizados (eso espero) para la siembra de nuevas plantas.
¿Dónde siembro mis plantas? En casi cualquier cosa, desde una tetera hasta una lámpara de cristal. Objetos de segunda mano comprados en pulgueros o tiendas de antiguedades. Vasos, tazas, copas, peceras, cosas que una vez fueron compradas y desechadas para volver a comprar vasos, tazas, copas...
Reconozco que esto es el comienzo y de seguro durante el camino seguiré implementando otras prácticas dirigidas al mismo principio. Mientras eso sucede, iremos conociendo sobre el maravilloso mundo de las plantas y las mil y una formas en las que nos ayudan a ser humanos más felices.
Para terminar les dejo con la primera foto que compartí en la cuenta de Instagram de Vida Verde, qué la disfruten.